Entender cómo se divide una herencia en España es fundamental para quienes se enfrentan a la gestión de un patrimonio familiar. Las normativas legales, tanto a nivel estatal como regional, definen cómo se distribuyen los bienes, qué derechos tienen los herederos y qué pasos deben seguir para asegurar una transición adecuada.
La herencia es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que una persona fallecida transmite a sus herederos. Las herencias se regulan por medio del Código Civil y, en algunas regiones, por las legislaciones forales.
La herencia incluye:
- El patrimonio positivo: dinero, joyas, propiedades, inversiones, etc.
- Y, el patrimonio negativo: deudas y obligaciones pendientes.
Para evitar conflictos familiares o problemas legales, es fundamental saber cómo se reparte el dinero de las herencias familiares y cuáles son los derechos de cada heredero, ya sea que exista un testamento o no. A continuación, te explicamos los aspectos clave de la sucesión en cada caso.
Patrimonio Positivo: Bienes y Derechos Heredados
El patrimonio positivo de una herencia se refiere a todos aquellos bienes y derechos que representan un valor económico o sentimental para los herederos. Estos bienes pueden incluir:
- Dinero en efectivo: saldo en cuentas bancarias, inversiones en depósitos y otros productos financieros líquidos.
- Propiedades: casas, apartamentos, terrenos, locales comerciales y cualquier tipo de inmueble que posea el fallecido.
- Joyas y bienes de valor: piezas de joyería, obras de arte, relojes de lujo, antigüedades y otros objetos de valor.
- Inversiones y acciones: participaciones en empresas, acciones cotizadas en bolsa, fondos de inversión y otros instrumentos financieros.
- Derechos de propiedad intelectual: derechos de autor, patentes o regalías generadas por creaciones del fallecido, que pueden continuar generando ingresos para los herederos.
Es importante que los herederos tengan un conocimiento completo del patrimonio positivo para garantizar que la distribución sea justa y equitativa. Además, estos bienes pueden ser utilizados para liquidar cualquier deuda pendiente del fallecido antes de proceder al reparto entre los herederos.
Herencia con Testamento
Si el fallecido dejó un testamento, los bienes se repartirán según sus deseos, siempre respetando los derechos de los herederos forzosos. Este testamento puede ayudar a simplificar el proceso, pero aún así es necesario conocer cómo se organiza el reparto de herencia. El proceso en España es el siguiente:
- La legítima: corresponde obligatoriamente a los herederos forzosos. Se divide en:
- Dos tercios del total de la herencia:
- Un tercio se reparte a partes iguales entre los hijos o descendientes.
- El otro tercio, llamado tercio de mejora, puede ser asignado de manera más libre, pero siempre debe beneficiar a los herederos forzosos. El testador puede decidir dar más a uno de los hijos o a varios de ellos, pero no puede excluir a todos los herederos forzosos.
- Tercio de libre disposición: Es el tercio restante. El testador puede dejar esta parte a quien desee, sin que recaiga en los herederos forzosos. Pueden ser otros familiares, amigos, organizaciones o cualquier otra persona.
- El cónyuge viudo: Tiene derecho al usufructo sobre una parte de la herencia. Si hay hijos, corresponde el usufructo del tercio de mejora; si no hay hijos pero sí ascendientes, el usufructo de la mitad de la herencia, y si no hay ni hijos ni ascendientes, el usufructo de dos tercios.
Herencia Sin Testamento
Cuando una persona fallece sin dejar testamento, se aplica la sucesión intestada. En este caso, la ley establece un orden de prioridad para repartir los bienes entre los familiares más cercanos del fallecido. La división de los bienes se realiza de la siguiente manera:
- Descendientes (hijos y nietos): Si los hay, son los primeros en heredar. La herencia se divide a partes iguales. Si alguno de los hijos ha fallecido, su parte pasa a los nietos del fallecido en lugar de ser repartida entre los hermanos.
- Cónyuge viudo: Tiene derecho al usufructo de un tercio de la herencia, si hay descendientes. Si no hay descendientes pero sí ascendientes, tiene derecho al usufructo de la mitad de la herencia. Si no hay ni descendientes ni ascendientes, tiene derecho al usufructo de dos tercios de la herencia.
- Ascendientes (padres y abuelos): Si no hay hijos ni descendientes, los padres del fallecido heredan a partes iguales. Si uno de los padres ha fallecido, el otro recibe toda la herencia. Si no hay padres, heredan los abuelos.
- Colaterales (hermanos, sobrinos, etc.): Si no hay descendientes, cónyuge ni ascendientes, la herencia pasa a los hermanos del fallecido. Si uno de los hermanos ha fallecido, sus hijos (los sobrinos del testador) heredan en su lugar. Si no hay hermanos ni sobrinos, la herencia puede pasar a otros familiares más lejanos como tíos o primos.
- El Estado: Si no hay familiares hasta el cuarto grado (primos hermanos, tíos abuelos), y nadie reclama la herencia, los bienes pasan a ser propiedad del Estado.
Este sistema garantiza que los bienes del fallecido siempre sean distribuidos entre los familiares más cercanos, siguiendo el orden establecido por la ley.
Patrimonio Negativo: Deudas y Obligaciones Pendientes
Cuando una persona fallece, no sólo transmite bienes y derechos a sus herederos, sino también sus deudas y obligaciones. Esto es lo que se conoce como patrimonio negativo. Los herederos son responsables de las deudas del fallecido, aunque existen formas de limitar la responsabilidad.
¿Qué sucede con las deudas del fallecido?
Los herederos se harán cargo de las deudas del fallecido, pero no necesariamente con su propio patrimonio. Es posible aceptar la herencia a "beneficio de inventario", lo que significa que los herederos solo responden por las deudas con los bienes de la herencia, sin que su patrimonio personal se vea afectado. De esta manera, el riesgo de adquirir una herencia con deudas se limita.
Este mecanismo es importante, ya que, en casos donde las deudas son mayores que los bienes, los herederos pueden optar por no aceptar la herencia o hacerlo bajo beneficio de inventario para evitar que las deudas afecten su propio patrimonio.
Casos en los que se heredan deudas:
- Hipotecas: si el fallecido dejó una hipoteca pendiente, los herederos deben asumir el pago de las cuotas restantes. Esto también se aplica a préstamos personales o deudas con instituciones financieras.
- Impuestos pendientes: deudas con la Hacienda Pública o impuestos no pagados también forman parte del patrimonio negativo.
- Obligaciones contractuales: si el fallecido tenía obligaciones contractuales, como alquileres o contratos de servicios, los herederos pueden tener que hacer frente a esas obligaciones.
- Deudas privadas: cualquier préstamo o deuda personal que el fallecido tuviera con otras personas también debe ser asumido por los herederos.
¿Cómo proceder en caso de patrimonio negativo?
Ante la presencia de un patrimonio negativo, los herederos tienen varias opciones:
- Aceptar la herencia pura y simplemente: en este caso, los herederos asumen tanto los bienes como las deudas, respondiendo con su propio patrimonio si los bienes de la herencia no cubren las deudas.
- Aceptar la herencia a beneficio de inventario: esta opción permite que los herederos sólo se hagan cargo de las deudas hasta el límite del valor de los bienes heredados. Si las deudas superan este valor, los herederos no tienen que pagar con su propio patrimonio.
- Rechazar la herencia: los herederos pueden renunciar a la herencia si consideran que las deudas superan el valor de los bienes o si no desean asumir las obligaciones del fallecido.
Reparto de Deudas: Con o Sin Testamento
En ambos casos, el proceso es similar en términos de pasos generales, pero la ausencia de un testamento implica seguir las normas de sucesión intestada y puede requerir más intervención legal para resolver la distribución de los bienes y el pago de deudas. El reparto de las deudas se maneja de la siguiente manera:
- Responsabilidad de los Herederos:
- Aceptación de la herencia: al aceptar la herencia, los herederos se hacen responsables tanto de los bienes como de las deudas del fallecido. Esto significa que deben liquidar las deudas con el patrimonio heredado.
- Beneficio de Inventario: esto significa que solo pagarán las deudas con los bienes de la herencia y no con su patrimonio personal.
- Proceso de Liquidación:
- Inventario de Bienes y Deudas: es necesario realizar un inventario completo del patrimonio positivo y negativo para determinar la cantidad exacta de las deudas.
- Pago de deudas: se deben pagar las deudas con los bienes de la herencia antes de proceder al reparto entre los herederos.
- Distribución de los Bienes: una vez que las deudas están saldadas, el resto de los bienes se distribuye según las normas legales o el testamento, si existe.
¿Qué sucede si no hay suficiente patrimonio para pagar todas las deudas?
Si el patrimonio no es suficiente para cubrir todas las deudas, se liquidan los bienes de la herencia para saldar las deudas en el orden de prioridad legal. Si aún quedan deudas pendientes después de liquidar todos los bienes, los herederos no tienen que pagar con su propio dinero si han aceptado la herencia a beneficio de inventario.
Herederos
Los herederos son los receptores de la herencia y que se harán cargo tanto de los bienes como de las deudas de la persona fallecida.
Sin embargo, pueden aceptar la herencia con la opción de "beneficio de inventario," lo que significa que pueden elegir aceptar la herencia de manera que solo paguen las deudas con los bienes heredados, sin afectar su propio dinero.
Se pueden clasificar en función de sus derechos legales sobre la herencia:
- Herederos Forzosos: Son los herederos obligatorios por ley.
- Herederos Legales o Testamentarios: Son aquellos a quienes el fallecido ha designado en su testamento que no sean herederos forzosos.
- Herederos Voluntarios: Son aquellos que reciben una parte de la herencia según lo dispuesto por el testador, y no necesariamente tienen un derecho legal automático sobre la herencia.
- Legatarios: Son personas o entidades que reciben bienes específicos del patrimonio del fallecido, pero no necesariamente tienen derecho a la herencia en su totalidad.
Herederos Forzosos
La ley española establece que una parte de los bienes debe ser asignada obligatoriamente a ciertos familiares, incluso si el testador lo desea de otra manera. Según el Código Civil los herederos forzosos son:
- Hijos y descendientes: Los hijos son los primeros en heredar, haya o no testamento. La herencia se reparte en partes iguales entre todos los hijos. Si alguno de los hijos ya ha fallecido, su parte corresponderá a sus descendientes (nietos del fallecido).
- Cónyuge viudo: El cónyuge tiene derecho a una parte de la herencia, pero no recibe lo mismo que los hijos. El cónyuge viudo puede usar y disfrutar de una parte de la herencia, aunque no sea el dueño de ella:
- Si hay hijos o descendientes, el cónyuge viudo tiene derecho a usar y disfrutar de un tercio de la herencia, llamado "tercio de mejora."
- Si no hay hijos pero sí ascendientes (padres del fallecido), el usufructo es sobre la mitad de la herencia.
- Si no hay ni hijos ni ascendientes, el cónyuge tiene derecho al usufructo de dos tercios de la herencia.
- Padres y ascendientes: Si el fallecido no tiene hijos o descendientes, los padres o ascendientes heredan. Los padres del fallecido heredan a partes iguales; si solo uno de los padres está vivo, este recibe toda la herencia. Si no hay padres, pero sí abuelos, la herencia pasa a ellos.
Este sistema asegura que los hijos sean los primeros en heredar, seguidos del cónyuge y, en su defecto, los padres o ascendientes, respetando los derechos de todos los herederos forzosos.
Conclusion
Conocer cómo se reparte una herencia en España te ayudará a manejar mejor la herencia recibida y evitar conflictos familiares o problemas legales. Es importante estar informado sobre los derechos y responsabilidades como heredero, ya sea que se trate de una herencia con testamento o sin él. Si necesitas ayuda con el proceso, consultar a un profesional en derecho sucesorio puede proporcionar orientación adicional para asegurar que el reparto sea realizado de manera correcta y justa.
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