4/23/2025|herencia
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En los últimos años, el envejecimiento de la población en España ha generado una creciente demanda de servicios especializados para el cuidado de personas mayores. En este contexto, las residencias de ancianos juegan un papel fundamental como solución para aquellas familias que buscan garantizar el bienestar, la seguridad y la atención profesional de sus seres queridos.
En un artículo anterior, hablamos sobre qué es una residencia para el cuidado de personas mayores, las distintas opciones disponibles en España y cómo elegir la más adecuada para garantizar el bienestar de nuestros seres queridos. Ahora, profundizamos en una de las preguntas más comunes: ¿Cuánto cuesta la estancia en las residencias de ancianos en España?
Esta cuestión es de suma importancia a la hora de tomar decisiones sobre el cuidado de un ser querido. Uno de los temas que más dudas genera al valorar esta opción es el coste. ¿Cuánto cuesta realmente vivir en una residencia? ¿Qué tipos de centros existen? ¿Quién paga y cómo? En este artículo te ofrecemos una guía clara y actualizada para ayudarte a entender los costes de las residencias en España, sus modalidades y las posibles formas de financiación.
Antes de hablar de precios, es importante conocer las diferencias entre los distintos tipos de centros residenciales. La oferta es amplia y variada, y tanto los servicios como el coste dependerán del tipo de institución, del nivel de dependencia del residente y de la comunidad autónoma donde se ubique.
El precio de una residencia para personas mayores en España varía considerablemente según varios factores: el tipo de centro (público, concertado o privado), la comunidad autónoma, el nivel de dependencia del residente y los servicios contratados (habitaciones individuales, fisioterapia, atención médica intensiva, etc.).
¿Cuánto se paga en una residencia pública? El pago se calcula en función de los ingresos, el patrimonio y el nivel de dependencia de la persona residente. Como norma general, se exige que el residente aporte el 85 % de su pensión, conservando el 15 % restante para cubrir sus gastos personales (ropa, higiene, etc.). El resto del coste lo cubre la administración, siempre que se cumplan los requisitos establecidos. Para acceder a una plaza, es necesario realizar una solicitud a través de los servicios sociales de la comunidad autónoma correspondiente.
Precio orientativo: entre 700 € y 1.200 € al mes.
Ejemplo: Residencia Geriátrica Barcelona (Cataluña)
Ejemplo: Residencia de Ancianos de Argüelles (Madrid)
Estas son gestionadas por entidades privadas, pero cuentan con plazas subvencionadas por la administración. El cálculo del coste es similar al de las residencias públicas, aunque el importe final puede ser algo más elevado. La persona usuaria también suele aportar una parte significativa de su pensión, complementada con ayudas públicas y copago según el caso.
Precio orientativo: entre 1.000 € y 1.800 € al mes.
Ejemplo: Residencia Geriátrica de Madrid (Madrid)
Ejemplo: Residencia Los Cedros (Barcelona)
¿Cuánto vale una residencia de ancianos privada? El precio no está regulado ni subvencionado por la administración. Cada centro establece sus tarifas libremente, en función de los servicios ofrecidos, la ubicación y el nivel de atención requerido. El coste corre íntegramente a cargo del residente o de su familia, y puede incrementarse si se contratan servicios premium o asistencia sanitaria intensiva.
Precio orientativo: entre 1.800 € y 3.500 € al mes, aunque puede superar esa cifra.
Ejemplo: Residencia Ballesol (Madrid y otras ciudades)
Ejemplo: Residencia Vila-seca (Barcelona)
En el caso de las residencias de ancianos públicas, es importante entender cómo se paga una residencia de ancianos pública, ya que el sistema de financiación combina aportaciones del residente y ayudas de la administración. Normalmente, la persona mayor asume el coste utilizando su pensión y/o ahorros. Si estos recursos no son suficientes, puede intervenir la familia o solicitar ayuda económica.
Las comunidades autónomas aplican sistemas de copago, en los que el residente contribuye con un porcentaje de sus ingresos —generalmente entre el 80 % y el 85 % de su pensión— mientras que el resto lo cubre la administración pública, siempre que se cumplan ciertos requisitos socioeconómicos y de dependencia. Este modelo busca garantizar el acceso a la atención residencial incluso para quienes tienen menos recursos.
En las residencias privadas, el coste es asumido íntegramente por el residente o su familia, ya que no existe sistema de copago ni ayudas públicas vinculadas. Sin embargo, algunas residencias privadas ofrecen opciones de pago anticipado o reservas, donde los futuros residentes pueden realizar pagos por adelantado o contratar planes de ahorro. Estas opciones permiten reducir el coste mensual cuando se ingresa a la residencia y garantizar una plaza en el futuro.
Muchos se preguntan si es deducible el pago de una residencia de ancianos. En algunos casos, los gastos asociados a una residencia de mayores pueden ser deducibles en la declaración del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas). A continuación, te explicamos algunos de los supuestos en los que los gastos pueden ser deducidos:
Para muchas familias, el coste de una residencia puede convertirse en una carga económica importante, sobre todo cuando se requiere atención a largo plazo. Si necesitas liberar fondos sin comprometer la calidad del cuidado, vender bienes de lujo —como joyas con diamantes o relojes de alta gama— puede ser una solución responsable y respetuosa.
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